El canciller venezolano, Yván Gil, en su intervención en la Cumbre del Futuro de la ONU, criticó la imposición de sanciones unilaterales y subrayó la necesidad de fortalecer el multilateralismo, el respeto a la soberanía y el derecho al desarrollo de las naciones del sur global.

En la Cumbre del Futuro, realizada en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el canciller venezolano Yván Gil alzó la voz en nombre del «Grupo de Amigos en defensa de la Carta de Naciones Unidas», destacando los retos globales que enfrenta la comunidad internacional y el impacto del unilateralismo, en particular a través de las sanciones económicas impuestas por algunos países.

Gil comenzó su intervención señalando que «la creciente interconexión global exige un mayor pluralismo», pero denunció que, en lugar de avanzar hacia ese objetivo, el mundo está siendo testigo de un aumento del unilateralismo.

«Esta tendencia, marcada por la imposición de medidas coercitivas unilaterales y el intento de sustituir el derecho internacional por un supuesto orden basado en reglas, está socavando los esfuerzos para abordar retos comunes», afirmó.

El canciller hizo énfasis en que la única manera de afrontar los problemas globales es a través del multilateralismo y del respeto al derecho internacional, pidiendo a los estados miembros renovar su compromiso con los principios establecidos en la Carta de las Naciones Unidas.

«Insistimos en que el verdadero multilateralismo y la aplicación sin doble rasero de los principios de la Carta de Naciones Unidas son necesarios para la coexistencia pacífica de las naciones», subrayó.

Gil también destacó la importancia de la soberanía y ha exigido una rectificación del Gobierno español, condenando el terrorismo sin ambigüedades y realizó un llamamiento a poner fin a la ocupación israelí en Palestina y la situación humanitaria en Gaza, la cual calificó como una tragedia.

En ese sentido urgió a la comunidad internacional a actuar. «No habrá futuro sin paz y no habrá paz sin desarrollo. Es nuestro deber moral y ético concluir los procesos de descolonización aún pendientes», aseveró.

Asimismo, destacó la importancia del desarrollo económico para los países del sur global, señalando que el derecho al desarrollo debe estar en el centro de las agendas internacionales.

«Nuestro futuro depende de garantizar que nuestras naciones, en particular las del sur global, retomen el camino hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)», manifestó. Sin embargo, criticó que «la arquitectura financiera internacional hoy está diseñada para perpetuar un modelo de dominación y dependencia», y pidió la urgente reforma de estos mecanismos.

El diplomático también condenó la falta de voluntad política de los países desarrollados en el contexto de los ODS. «Lamentamos que la Cumbre del Futuro y sus documentos finales no hayan sido tan ambiciosos como se esperaba», dijo, refiriéndose a la falta de avances concretos hacia el cumplimiento de la Agenda 2030.

Finalmente, Gil reiteró que solo «la consolidación de las relaciones de amistad y cooperación entre los estados garantizará la paz, la seguridad, la estabilidad y el desarrollo de la comunidad internacional». En este sentido, hizo un llamado a que la ONU asuma un papel más proactivo en la defensa de los principios de su Carta fundacional y en la protección de los derechos de los pueblos bajo ocupación.

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